Con la presencia de autoridades y emprendedoras rurales de la región de Los Lagos se presentó en la Gobernación Provincial de Llanquihue el libro “Sistematización, Programa de Formación y Capacitación a Mujeres Campesinas, Convenio Indap – Prodemu”, publicación que reúne la experiencia y testimonios de 25 años de trabajo capacitando, empoderando y acompañando el desarrollo económico de las mujeres rurales del país.
A la cita asistieron el Director Regional de Fundación Prodemu, Francisco Mancilla; la Seremi de Agricultura de la Región de Los Lagos, Pamela Bertín; el Gobernador Provincial de Llanquihue, Juan Carlos Gallardo, y el Director Regional de INDAP, Francisco Santis, quienes comentaron la publicación junto a la destacada periodista y académica de la Universidad de Los Lagos, Diana Kiss.
El documento da cuenta del origen, logros y desafíos de esta experiencia que responde a un modelo de trabajo en terreno con campesinas, tal como lo destacó el Director Regional de Prodemu, Francisco Mancilla: “Esta publicación, resume el trabajo y la metodología desarrollada en el programa de Formación y Capacitación de Mujeres Campesinas, durante sus 25 años de existencia. En este libro se releva el aspecto productivo del programa, poniendo especial énfasis en los procesos de empoderamiento que esperamos sigan potenciando las mujeres que participan en él. Por eso tiene mucho valor que esta sistematización se construya también a través de testimonios de las propias mujeres”.
La iniciativa surge de la necesidad de sistematizar y hacer visible un programa público transformador y una experiencia de trabajo articulada de larga data, inédita en el país, por su condición intersectorial, diseño integral y focalización, dirigido con especificidad a mujeres rurales chilenas y que se origina a partir de demandas campesinas y en diálogo con organizaciones de mujeres rurales. Al respecto, el Director Regional de INDAP añadió que “Este convenio, que hoy celebra 25 años de existencia, ha relevado el rol de una mujer campesina con autonomía, empoderada y con visibilidad pública. “Hoy, en INDAP, más de la mitad de los agricultores que atendemos a nivel regional son mujeres, lo que no era así en el año 1992, dando muestra del potencial productivo a lo largo de los años que ha tenido la mujer rural, pero principalmente de este convenio en particular han salido mujeres líderes, que son dirigentas o representantes de organizaciones campesinas, juntas de vecinos, incluso de sindicatos de pescadores. Sin duda, y con mucho orgullo, podemos decir que este convenio se ha transformado en un generador de cambio campesino, de respeto hacia la mujer y de crecimiento personal para ellas, y eso es lo que estamos celebrando hoy”.
Aproximadamente 25.000 mujeres campesinas de catorce regiones (solo Magallanes ha estado fuera) se han beneficiado de su participación en este programa. Centenas de grupos conformados asocian anualmente a mujeres para desarrollar iniciativas productivas, generando un impacto positivo en ellas mismas, sus familias y sus comunidades.
La alianza entre Indap, orientada al desarrollo económico sostenible y valorización de pequeños productores agrícolas y campesinos y sus organizaciones, y Prodemu, dirigida a entregar herramientas a las mujeres para el desarrollo pleno de su autonomía, liderazgo y ejercicio de derechos, se ha mantenido con el paso de los años, dando cuerpo al programa de Formación y Capacitación para Mujeres Campesinas Convenio Indap – Prodemu que, en términos generales ha mantenido su esencia y sentidos, experimentando variaciones, entre ellas en su denominación y énfasis del modelo de intervención.
Ciudadanía, empoderamiento y autonomía son tres ejes conceptuales que se relacionan virtuosamente en el programa. Ciudadanía laboral, entendida como el ejercicio de derechos fundamentales económicos y laborales, en condiciones de libertad. Empoderamiento, como el proceso de toma de conciencia individual y colectiva y aumento de su participación en la toma de decisiones. Autonomía, materializada en la capacidad de las mujeres de ser proveedoras de su sustento, así como del de personas dependientes y de decidir cuál es la mejor forma de hacerlo. Es más que autonomía financiera, ya que incluye el acceso a la seguridad social, a los servicios públicos y a la determinación del uso de los recursos obtenidos por su trabajo remunerado.